La Facultad de la UNLP emitió una declaración expresando su preocupación por la situación económica y social que atraviesa el país. En el documento se afirma que el acuerdo del Gobierno nacional con el FMI "profundizará las políticas de desfinanciamiento estatal del sistema científico-tecnológico y educativo".
En su última sesión ordinaria, el Consejo Directivo de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) emitió una declaración expresando su preocupación por la situación económica y social que atraviesa el país y el rumbo que, desde el 2016, adoptó el Gobierno nacional. "Bajo el argumento de disminuir el déficit fiscal y generar trabajo de calidad, ha ido desmembrando sostenidamente nuestra matriz productiva y científico-tecnológica".
La nota lleva la firma del ingeniero Guillermo Garaventta, consejero directivo Titular por el claustro de Graduados y cuenta con la adhesión de la totalidad de los miembros del Consejo Directivo (profesores, jefes de trabajos prácticos, auxiliares diplomados y graduados, alumnos y no docentes).
En el documento, se expresa que el Gobierno del presidente Mauricio Macri "gobierna con un ajuste feroz sobre el pueblo argentino cada vez más empobrecido, donde producir, trabajar o estudiar resulta cada vez más difícil sino imposible. Entrega nuestra soberanía política y económica y desvaloriza nuestra historia. En este sentido, el acuerdo con el FMI tiene un objetivo claro y bien diagramado: más ajuste, recesión y represión para nuestro país. Esto implica más Pymes e industrias cerradas y/o quebradas, más desocupación, más recortes presupuestarios en ciencia y técnica, educación, salud, cultura y más entrega de nuestra soberanía. Sólo a modo de ejemplo podemos citar lo que viene sucediendo con el Astillero Río Santiago".
En la declaración también se argumenta que el Gobierno, "no duda en reducir el presupuesto nacional en vez de preocuparse en aumentar los ingresos genuinos, lo que lograría favoreciendo la producción nacional y eliminando los recortes en retenciones a los exportadores entre otras alternativas. Paradójicamente, hoy vemos el lanzamiento y puesta en órbita del último satélite de teleobservación de la Tierra, desarrollado por científicos y tecnólogos de nuestro país con la última tecnología, y simultáneamente vemos la eliminación del financiamiento para la continuidad de los proyectos espaciales tales como ARSAT 3 y Proyecto Tronador. En esta línea, el Gobierno sostiene que los argentinos debemos hacer un esfuerzo, pero éste en la realidad sólo lo están haciendo los trabajadores, la clase pasiva, la pequeña y mediana industria y los sectores de menores recursos".
"En estos días observamos con gran consternación que mediante la instalación de un clima de crisis construido por el Gobierno, se intenta justificar la vuelta al financiamiento del Fondo Monetario Internacional. Esto implica someter al país, una vez más, a un plan de ajuste severo que profundizará la crisis y la desigualdad social. Este es un proceso bien conocido por la Argentina, y por muchos otros países emergentes que lo han padecido donde se considera 'gasto' a la 'inversión' en educación y salud, y por ello, entre muchas otras medidas muy lesivas, se profundizarán las políticas de desfinanciamiento estatal del sistema científico-tecnológico y educativo".
Por último, en el documento se afirma que "a principios de 2018, el Gobierno realizó un recorte de 3.000 millones de pesos al presupuesto originalmente aprobado por el Congreso Nacional para las Universidades Nacionales, y sigue por más. Presupuesto que, de hecho, resultaba menor a las necesidades reales. La reducción de los gastos de funcionamiento, el incremento irracional en las tarifas de los servicios de las empresas energéticas, el embate contra las leyes laborales para imponer precarización laboral y un proyecto de presupuesto nacional para el 2019 totalmente insuficiente para hacer frente a las necesidades de esta sociedad, presagia un deterioro económico y social intolerable para el pueblo argentino".
"No hay futuro para un país que renuncia a desarrollar su economía, su industria y su tecnología en favor de un modelo de exportación primaria, y que desfinancia su educación, la ciencia y la tecnología, la salud, el sistema previsional y la cultura, y que entrega su soberanía política y económica sometiéndose a las voluntades del FMI", concluye la declaración.